Escuchar artículo

 

 

En el año 2024, a Celeste Maldonado le habían diagnosticado miomas dentro de su útero, es decir, tumores no cancerosos que usualmente suelen ser detectados mediante una exploración ginecológica y una ecografía. Tras esto, Celeste debía realizarse una cirugía denominada “miomectomía” por medio de la cual se extraerían dichos miomas. La miomectomía es una cirugía de bajo riesgo, con tasas de mortalidad prácticamente nulas, más teniendo en cuenta que la misma requiere una valoración prequirúrgica, la cual le fue practicada a Celeste y aprobada por el médico que realizaría la cirugía, el Dr. Sergio Sesnic. 

 

 

Con todos los procesos en orden y con una cirugía programada, Celeste se presentó en la mañana del día 8 de marzo de ese mismo año a la Clínica Medisur acompañada de su madre. Alrededor de las 14:55 horas, finalmente, Celeste ingresa al quirófano y es operada por el Dr. Sesnic, cirugía que finalizó alrededor de las 17:20 horas y momento en el cual Celeste es llevada por el camillero a su habitación para su posterior recuperación. Sin embargo, durante este trayecto Celeste le manifestó a su familia sentir un calor extremo en su cuerpo pero su madre y su hermana, al acercarse a ella, notaron que su cuerpo estaba muy frío.

 

 

El Dr. Sesnic no se habría presentado con la familia tras la cirugía. Alrededor de las 18:00 horas, una enfermera se acercó a la habitación en la cual se encontraba Celeste para controlar sus signos vitales. Tras esto, se percató de que la mujer poseía una presión arterial considerablemente baja y, ante el cuestionamiento de la familia sobre dónde se encontraba el Dr. Sesnic, la enfermera habría asegurado que el mismo estaba ocupado. Momentos después, alrededor de las 18:20 horas, Celeste le manifestó a su familia que tenía dificultades para poder respirar y dormir, por lo que la familia decidió llamar nuevamente a las enfermeras quienes decidieron inyectarle una medicación en el suero y levantar su cama en la parte de los pies. 

 

 

A las 20:00 horas, un médico que se encontraba de guardia en ese momento señaló -sin haber hecho aparentemente ninguna revisión- que Celeste “sólo estaba nerviosa” y, posteriormente, una enfermera habría ingresado a la habitación de Celeste y, con una aparente muy mala predisposición habría golpeando los aparatos que estaba utilizando Celeste en ese entonces -recuerda la familia- y le habría dicho a la paciente que “se calme” porque ella “no necesitaba el oxígeno”, lo cual generó que el cuadro de nerviosismo y dolor que ya de por sí atravesaba Celeste se agravara aún más. Tras un desfile de enfermeras con una aparente muy mala predisposición hacia Celeste, alrededor de las 20:00 horas manifestó no poder soportar más el dolor y la falta de aire, por lo que solicitó que llamen a alguna enfermera. Cuando la propia Celeste y su familia le consultaron a la enfermera sobre el Dr. Sesnic, la trabajadora de la salud señaló que el médico se encontraba “muy ocupado” debido a que tenía “30 cirugías para ese día”, una cantidad de cirugías que pareciera imposible teniendo en cuenta que el día tan sólo tiene 24 horas y, siquiera limitando las cirugías a una cada una hora, también resulta una hazaña impensada.

 

 

Ante la desesperación de la familia al observar que la salud de Celeste empeoraba cada vez más, decidieron acudir a otra médica que se encontraba en la Clínica, quien le solicitó a la enfermera que le muestre los valores de Celeste y, al observar que la misma presentaba 95 de saturación en sangre -teniendo en cuenta que Celeste, usualmente, tenía 99 de saturación en sangre- la doctora expresó su enojo con las enfermeras debido a que no realizaron una correcta evaluación de Celeste ni tuvieron una correcta reacción al respecto teniendo en cuenta que, desde hace aproximadamente más de dos horas, no había tenido una evolución favorable. Al hacer una revisión general del estado de salud de Celeste, la doctora notó que tenía la lengua completamente blanca, por lo que decidió llamar de forma urgente al área de terapia intensiva para que le realicen una transfusión de sangre de emergencia debido a que padecía una grave hemorragia interna.

 

 

Tras esto, y de forma casi arbitraria, el Dr. Sesnic se habría presentado nuevamente luego de cuatro horas de ausencia tras la cirugía para informar a la familia que se le llevaría a cabo una tomografía a Celeste para determinar el origen de la hemorragia y si es que la colocación de la anestesia le había causado algún síntoma adverso. Alrededor de las 21:30 horas, Celeste es ingresada nuevamente al quirófano para -aparentemente- poder cauterizar la hemorragia interna. Alrededor de las 23:00 horas, y luego de finalizada la cirugía, el Dr. Sesnic habría informado a la familia de Celeste que la misma se encontraba “intubada, sedada y fuera de peligro”, lo cual llevó tranquilidad a la familia, tranquilidad que les sería arrebatada al día siguiente alrededor de las 8:00 horas, cuando el parte médico habría señalado que Celeste se encontraba en estado crítico, lo cual contrastaba con la versión señalada el día anterior por el propio Dr. Sesnic.

 

 

La madre de Celeste, consternada ante lo sucedido, increpó al Dr. Sesnic sobre el estado de salud de su hija y éste habría decidido retirarse del lugar, recuerda la familia, con una actitud completamente evasiva sin dar explicación alguna a la familia de Celeste. Los partes médicos posteriores fueron completamente desalentadores y la salud de Celeste se iba agravando cada vez más hasta que, finalmente y luego de luchar todo lo posible por su vida, Celeste falleció el día 10 de marzo del año 2024 por un paro cardiorrespiratorio pero, por sobre todas las cosas, a causa de la indiferencia, el desdén, la falta de profesionalismo y la empatía nula de todos aquellos que, se supone, se han formado y deben velar por la salud de sus pacientes, cosa que en el caso de Celeste no sucedió.

 

 

 

Tras un año y cinco meses de dolor y sin respuestas, las dudas se generan a partir de las muestras que le fueron extraídas posteriormente a Celeste, muestra que se desconoce si se realizaron como parte de un protocolo o si se había detectado alguna anomalía. Sin embargo, aún continúa inconclusa la autopsia ante la falta de resultados y tras la muerte de Celeste, y luego de haber atravesado un dolor que se encuentra intacto hasta el día de hoy, la familia continúa esperando el resultado de la autopsia la cual debió de ser envíada hace mucho tiempo a la provincia de Buenos Aires o a la localidad de Comodoro Rivadavia para realizar estudios específicos que van a dictaminar si se trata de una caso de mala praxis o no.

 

 

A pesar del tiempo transcurrido, la Justicia aún no ha concluido con el informe de la autopsia y su familia exige respuestas: “Como familia llamamos a la solidaridad de la gente, para ver si se puede promover que desde la Justicia haya un avance real en este caso”, señalaron. Por otro lado, detallaron que fueron muchas las personas que se han comunicado con ellos para comentarles sobre situaciones similares que habrían vivido junto a sus familiares de la mano de este profesional de la salud sobre el cual pesaría un amplio historial de aparente negligencia médica: “Asimismo como familia tenemos conocimiento que ha sido expuesto en redes sociales por varias personas que describen negligencia médica y abandono de persona”, indicaron.

Autor: admin