Teatro Gran Cabral: lo que empezó como un sueño y ahora es la cuna de artistas independientes
FOTOGRAFÌA: Viste Online
Desde hace más de 20 años, un grupo de personas -dentro del cual se encontraba Andrés Fernández Cabral y Augusto Rojo- intentaron a través de incontables formas el poder generar un espacio destinado para los artistas locales. Entre promesas inconclusas y sueños incumplidos, finalmente la denominada Fundación Nuevo Teatro Colón decidió agarrar al toro por las astas y comenzar, sin la ayuda de entidades gubernamentales, fundaciones u organizaciones, a construir su propio teatro.
Tras una serie de gestiones y decisiones, finalmente Andrés optó por cambiar un terreno que tenía en la localidad de El Calafate por uno en la ciudad de Río Gallegos. El sueño de contar con un espacio para los artistas independientes de la ciudad estaba cada vez más cerca y el Teatro -que en ese entonces iba a llamarse “Teatro El Faro” en honor al barrio en donde iba a ser construido- ya estaba tomando forma.
Cada ladrillo fue puesto con mucho esfuerzo y dedicación, cada pared levantada, cuadro colgado y silla pintada estaba impulsado por el sueño de que la ciudad cuente con su propio teatro, y así nació el “Teatro Gran Cabral”, nombre que nació para honrar a la familia de artistas de Andrés, su fundador. La apertura del Teatro Gran Cabral tuvo lugar el 20 de marzo de este año, y fue más que especial: no sólo había tomado forma esa idea que durante tantos años rondó la cabeza del equipo de personas que hoy forman parte del Teatro sino también la inauguración tuvo lugar durante el cumpleaños del propio Andrés.
Luego de años de espera, finalmente el teatro comenzaba a tomar forma. Fotografía: Andrés Fernández Cabral.
“Mi idea, fundamentalmente, era tener un espacio para el arte independiente. Yo estuve durante 18 años esperando la construcción del nuevo Teatro Colón pero nunca se efectivizó y tomé la decisión de construirlo desde cero. Son 25 años de ahorros que están puestos acá y, gracias a Dios, en un año y medio se pudo construir”, contó a Ciberperiodismo Javiera Nasser el fundador del Teatro Gran Cabral, Andrés Fernandez Cabral.
“Está pensando como un teatro independiente, pero también para todas las actividades que entren en un espacio de estas características”, añadió.
Arte patagónico
El denominado “bautismo de fuego” del teatro se llevó adelante con el show de Las Rococó, quienes pisaron por primera vez el escenario que ahora se convirtió en la cuna de artistas locales, tanto los emergentes como los consagrados.
La fachada del teatro se encuentra recubierta con chapas para, según han señalado los propios integrantes del teatro, no alterar el paisaje que aún conserva la zona. Su interior cuenta con impresionantes e imponentes cuadros en sus paredes al igual que sillones y alfombras de época, que le dan un misticismo único al lugar y recuerdan las antiguas cafeterías de la ciudad de Buenos Aires. En uno de sus costados, un piano de madera adorna el lugar no sólo con su presencia, sino con la música que varios artistas han ido a interpretar.
En distintas zonas del teatro también se pueden apreciar vestuarios que fueron utilizados por Andrés en diferentes obras de teatro que ha protagonizado al igual que decoraciones únicas en sus muebles.
Arte Café Buenos Aires
En el ingreso al Teatro se encuentra el denominado “Arte Café Buenos Aires”, un espacio destinado para todos los amantes del arte y de los buenos momentos, en donde quienes concurran podrán disfrutar de las delicias que ofrece su gastronomía.
“Tiene este espacio, que es el Arte Café Buenos Aires que es para compartir un café, en donde a veces vienen artistas a tocar el piano, a cantar o a recitar. La idea es hacerlo con mayor frecuencia y después tenemos la sala, que es una sala pequeña -para 80 espectadores- en donde se hacen distintas actividades”, indicó.
Andrés también contó a Ciberperiodismo que el nombre del café nace de su amor por la ciudad de Buenos Aires y que varios de los elementos que lo componen provienen de allí: “Tengo una historia con Buenos Aires, por eso se llama “Arte Café Buenos Aires”. El piano es traído de Buenos Aires. Los sillones, las mesas y la barra y todas esas cosas las hicimos nosotros, las pinté yo junto con los chicos”, señaló.
Hoy, el Teatro Gran Cabral es la cuna de artistas independientes.
El equipo del Teatro Gran Cabral está compuesto como una gran familia. En su administración se encuentra Augusto Rojo -integrante de la Fundación Nuevo Teatro Colón- las delicias que ofrece el café son preparadas por el chef Nicolás Olavarría y quien recibe a todos los comensales con una gran sonrisa es la propia hija de Andrés, Julieta Fernández.
“La idea es que podamos tener un lugar para todos los artistas consagrados o emergentes y para expositores”, finalizó Andrés y recordó que, hasta el 20 de diciembre, contarán con una amplia grilla de actividades que la comunidad puede consultar por medio de las redes sociales del Teatro Gran Cabral ( Instagram: @teatrograncabral, Facebook: “Teatro Gran Cabral”)
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