La historia de Connor
Connor, según cuenta su mamá Dafne, durante el proceso de embarazo no presentó ningún tipo de dificultad como así tampoco durante el parto, por lo que los episodios posteriores a lo largo de sus primeros meses de vida tomaron por sorpresa a la mamá primeriza: “En el embarazo y el parto fue todo normal, -Connor- fue un niño completamente sano. A los seis meses de vida empezó a tener episodios de broncoespasmos por lo que fue tratado varias veces con corticoides en diferentes ocasiones y cantidades como así también de forma prolongada”, contó Dafne a Ciberperiodismo Javiera Nasser.
Los primeros síntomas
“Cuanto tenía aproximadamente un año comenzamos a notar que tenía una pequeña desviación en su ojo, por lo que decidimos llevarlo al oftalmólogo el cual nos dijo que tenía estrabismo -un trastorno en el que los ojos no miran exactamente en la misma dirección al mismo tiempo- y una mínima catarata subcapsular en su ojo que, según señalaron, no afectaría en nada ya que era algo muy pequeño que podría presentar inconvenientes cuando sea mayor”, contó la mamá de Connor a Ciberperiodismo. El pequeño, tras su diagnóstico, debió utilizar anteojos recetados hasta los tres años de edad y le siguieron administrando corticoides hasta los cuatro años. Tras esto, la mamá de Connor comenzó a notar una desviación aún mayor en uno de los ojos del pequeño por lo que, luego de llevarlo nuevamente a su oftalmólogo de cabecera, éste les informó que la catarata subcapsular posterior que se encontraba en su ojo derecho avanzó de manera abrupta, a lo que decidió que Connor debería ser derivado con otro oftalmólogo: “El nuevo doctor nos dijo que Connor debería realizarse una cirugía pero que, ante la falta de las herramientas, la misma no podía llevarse a cabo. Esperamos algunos meses para ver si es que traían la herramienta que faltaba para realizar la operación de Connor y demás pacientes”, contó Dafne. Para esto, el niño cumplió los cinco años de edad y el oftalmólogo decidió derivar a Connor a un hospital de mayor complejidad con la esperanza de que pueda recuperar la visión.
“En diciembre fuimos derivados para un control en el Hospital Garrahan y con indicaciones para la cirugía a fines del mes de febrero y, automáticamente, se prohibió la administración de cualquier tipo de corticoides”, recordó la mamá de Connor.
Dafne recordó que, a fines del mes de enero y debido a los altos costos que implicaban la compra de ciertos elementos que ayudarían a mejorar la calidad de vida de Connor como lo es un implante ocular, debieron realizar una colecta solidaria. Sin embargo, luego de realizar otra visita al oftalmólogo, se pudo corroborar que la enfermedad del pequeño había tenido un gran avance por lo que dicho lente ya no fue de utilidad y su cirugía debió reprogramarse para el mes de junio de este año “y el implante ocular listo con la medida que él -Connor- necesita para retirar en Buenos Aires” indicó a Ciberperiodismo Javiera Nasser.
Para poder costear los gastos, Dafne junto con su familia se encuentran llevando adelante una venta de comidas tales como alfajores de maicena y sándwiches. Quienes quieran adquirir alguna comida para ayudar con la derivación de Connor o simplemente ayudar monetariamente pueden hacerlo al alias DULCE.VICIO (Dafne Ayelén Asenjo) o al número 2966611304.
“Este ya sería el tercer viaje que realizamos y deseamos que sea el último para que Connor pueda ser operado y, de esta forma, recuperar su visión ya que con el tiempo se está perjudicando su ojo izquierdo debido a que fuerza la Vista para lograr ver y necesitará anteojos luego de la cirugía”, cerró Dafne.