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Le detectaron una bacteria en el cerebro, su obra social le negó la derivación y necesita viajar 

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Luciana Zahn es una joven de 26 años de edad de la ciudad de Río Gallegos y quien, un día del año 2024 de forma inesperada, comenzó a sufrir una serie de síntomas neurológicos que le dificultaron su día a día. Tras esto, Luciana debió ser internada en la provincia de Buenos Aires para lograr determinar qué era el causante de dichos síntomas y, luego de llevar adelante una serie de estudios entre los que se encontraban punciones lumbares y resonancias, entre otras cosas, se logró llegar a la conclusión de que la joven madre de un niño de 7 años de edad poseía una bacteria alojada en su cerebro.

 

En el Hospital en el que se encontraba internada en aquel entonces decidieron realizar un tratamiento por un lapso de 20 días el cual le causaba dolores de cabeza y mareos. Sin embargo, el personal médico le explicó que esta sintomatología se trataba de parte del tratamiento por lo que Luciana debió tratar de llevar adelante sus días de la mejor manera posible.

 

A pesar de que se esperaba una mejoría y una reducción de los síntomas, su cuadro empeoró considerablemente. Ahora, Luciana no podía mover sus piernas y manos, lo que derivó en nuevas consultas para dar con el causante de estos otros síntomas. Si bien, luego de que la joven se realizara estudios en Río Gallegos, los profesionales médicos no lograron hallar irregularidades, sus síntomas empeoraban y con el pasar de los días Luciana perdía cada vez más la movilidad de sus extremidades: “Comencé a sentir pinchazos y punciones en todo el cuerpo hasta que me quedé sin poder caminar”, relata Luciana sobre el calvario que debió - y debe- vivir.

 

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La pérdida de la movilidad en sus extremidades no se trató solo de una limitación en la realización de sus tareas diarias sino que también Luciana perdió la posibilidad de realizar una de las cosas que más ama: el baile, ya que la joven es una entusiasta bailarina: “Trabajando me quedo sin movilidad. Un día me quedo sin caminar, voy a la guardia del Hospital y me dijeron que no tenía nada. Me hicieron estudios neurológicos básicos de movimientos y toda la parte motriz pero no tenía nada para ellos. Seguí trabajando normal, pero empecé a perder la movilidad en las manos y los pies y me empezaron a dar punciones en las piernas y la espalda ya no me resistía”, contó Luciana a un medio local sobre los difíciles días que debió vivir.

 

“Llegué a la guardia del Hospital Regional y estuve dos semanas inyectándome -esto fue hace aproximadamente 20 días atrás- y hace una semana me empezaron a inyectar dos veces por semana porque era una cosa que me agarraba tanto dolor en las piernas y en la espalda por la zona de la columna vertebral baja y las caderas que me duerme las piernas y se me duermen las manos”, detalló.

 

Luciana contó que si bien el dolor no le dura las 24 horas del día, si muchas horas del día y debe ser ayudada por quienes se encuentren a su alrededor para trasladarse y realizar sus tareas básicas del día como cuidar a su pequeño niño de 7 años de edad. Por otro lado, la joven contó que, hasta el momento, no le han brindado un diagnóstico certero: “Todavía no sabemos qué es lo que pasa. El problema es que aún no tenemos un diagnóstico y acá me dijeron que podría tratarse de una enfermedad desmielinizante”, indicó.

 

La joven cuenta que, si bien no sabe por qué debe ser derivada al Sanatorio Allende de Córdoba -un centro especializado en enfermedades neurológicas desmielinizantes- y no a Buenos Aires, debe hacerlo por indicación de una neuróloga pero que su obra social no le cubre nada fuera de Buenos Aires: “La obra social me dijo que no ni bien entré. Les expliqué la situación y me dijeron que en Córdoba no me cubría. No voy a hacer líos, no quiero generar problemas ni nada. Mi intención es recuperarme, tener los medios para poder viajar. Yo tengo que volver sana porque tengo a mi hijo de 7 años que depende de mí”, expresó.

 

Para poder costear los gastos de su derivación, ante la negativa de la obra social de cubrir la misma, Luciana se encuentra llevando adelante una rifa para poder viajar a su próximo turno, el cual está pautado para el día 30 de mayo: “Yo tengo que estar ese día, me va a estar esperando el especialista”, añadió.

 

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Puede ser una imagen de tarta cerrada y texto que dice "LLEVAMOS LLEVAMOSADOMICILIO A DOMICILIO $2500 VENTA DE EMPANADAS $15.000 $15.000LADOCENA LA DOCENA Días VIERNES, SABADOY Y DOMINGO MEDIODIA MEDIODIAYNOCHE! Y NOCHE!"

Puede ser una imagen de texto que dice "Luciana Zahn 1d. 1 X Por estas semanas! Servicio de uñas Solo cobro los materiales, ya que seguimos juntando el el dinero para la derivación! Semipermanente $9000 Capping $11.000 Soft gel $14.000 Consultar turnos disponibles!"

 

 

 

 

Aquellas personas que deseen colaborar ya sea con la compra de empanadas, realizandose tratamientos de manicura con Luciana o con la compra de un número de la rifa para poder ayudar a que la joven pueda viajar a la provincia de Córdoba a realizarse los estudios y tratamientos correspondientes, encontrar un diagnóstico y volver recuperada a Río Gallegos con su pequeño, pueden hacerlo comunicándose al número 2966-221063 o al alias LULIZAHN.

 

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