Las situaciones de mala praxis son muy complejas, asustan e indignan tanto a aquellos que son mal diagnosticados como a sus familiares. Sin embargo, cuando el protagonista de la mala praxis es un niño esta situación empeora considerablemente.
Este es el caso de un niño oriundo de la localidad santacruceña de Puerto Deseado quien, luego de concurrir a un médico por una serie de malestares tales como vómito y diarrea, habría sido diagnosticado de forma errónea y enviado nuevamente a su hogar señalando que dicho malestar fue generado por “mala alimentación” cuando en realidad se trataba de una peritonitis aguda.
La situación fue expuesta por la madre del pequeño a través de sus redes sociales: “Así está mi hijo ahora en Caleta Olivia porque en Puerto Deseado el doctor L.F. lo tuvo entre 4 y 5 días diciendo que tenía vómito y diarrea por una mala alimentación y desde el día uno que era una apendicitis a punto de llegar a peritonitis”, señaló la madre.
“Después de que él se fue, llegó la Dra. Chávez quien, durante las horas de evaluación, se dio cuenta de que había que derivarlo y el cirujano pediátrico recibió los análisis que Chávez le mandó y le dijo que lo lleven ahora. Apenas llegamos entró a cirugía, pero por esa tardanza nuestro hijo está pasando por lo peor de sus días. No recibió la atención médica que debería haber sido. Sino, esto no hubiera pasado”, contó la mujer sobre la odisea que debió atravesar junto a su pequeño quien actualmente se encuentra internado en la ciudad de Caleta Olivia y luchando por su vida.
Qué le pasó al niño
El pequeño deseadense se encontraba atravesando una apendicitis, la cual consiste en la inflamación de este órgano debido, generalmente, a una obstrucción. Entre los síntomas más conocidos de la apendicitis se encuentra el dolor agudo, los vómitos, la diarrea y la fiebre. Sin embargo, cuando dicha apendicitis no es tratada se convierte en una peritonitis, es decir, el apéndice inflamado se perfora o se rompe lo cual genera que todo el contenido del apéndice -como las bacterias o el pus- se escapen hacia la cavidad abdominal lo cual causa una inflamación severa en el peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal, al igual que en los órganos internos.
Dicha inflamación puede ser localizada o generalizada y, si no es tratada rápidamente, puede ser fatal.
