El Plan Colchón es una quimera en la que sólo podían creer Javier Milei y Luis Caputo porque cada día hablan con menos gente fuera de su círculo. La intoxicación anímica provoca errores conceptuales. Por ejemplo, no entienden de qué trata el ahorro en dólares para los ahorristas. Esto es lo que surge de la nueva entrega de Zuban Córdoba.
Aquí algunos fragmentos significativos:
"(...) Solo un 19,9% declara tener ahorros en dólares. Un porcentaje complejo que habla a las claras de la poca capacidad de ahorro de la sociedad argentina en los últimos años. El fenómeno del “dólar colchón” es sin dudas algo reservado para las clases medias altas y altas.
De ese 19,9% que tiene ahorros, solo un 12,2% afirma estar dispuesto a blanquearlosen el nuevo régimen que presentó el gobierno en estas semanas. Un porcentaje escueto tomando en cuenta que el nuevo blanqueo es parte central del programa económico del gobierno para lo que queda del 2025.
“Mis dólares, mi decisión” parece ser la respuesta cruda de los/as argentinos/as ante el pedido gubernamental de utilizar los ahorros para “remonetizar” la economía. Como siempre, el órgano más sensible no entiende de ideologías.
Elecciones
"El módulo electoral revela una dimensión más profunda: la relación de la ciudadanía con la democracia y el acto electoral como mecanismo de representación.
En un contexto de crisis de confianza en las instituciones y en la dirigencia política, la encuesta da algunas señales de lo que están pensando los argentinos.
Uno de los datos más significativos es la creciente desafección democrática en sectores relevantes de la sociedad. El voto, que históricamente funcionó como herramienta de participación y canalización del conflicto social, empieza a ser percibido por una parte del electorado con escepticismo o incluso como un acto irrelevante.
Un 43% dice que la certeza de que su voto puede generar un cambio es el principal factor que puede motivarlo a ir a votar.
Por el contrario, la falta de confianza en los partidos y candidatos aparece como el principal factor desmotivador para ir a votar (25%) seguido por la desconfianza en el sistema electoral (17,7%) y la sensación de que el voto no genera cambios (17,5%).
Dato no menor: el cansancio por la cantidad de elecciones en el año, que aparece en el 4to. lugar (11,8%) se intensifica entre jóvenes de 16 a 30 años, para quienes ocupa el 3er. lugar, con el 17,7%.
Más allá de estos datos, lo paradójico es que el 65% de los/as encuestados/as cree que el voto debe seguir siendo obligatorio en la Argentina.
La democracia argentina atraviesa una etapa de fragilidad cultural. La revalorización del voto como herramienta transformadora exige no solo propuestas atractivas, sino también una nueva narrativa democrática que conecte con el malestar social sin caer en el cinismo o la antipolítica. (...)".