A pesar de que se considera que ante los avances de las fuentes de información y las campañas de concientización se logrará mermar con algunas prácticas arcaicas en lo que respecta al maltrato animal, aún ocurren ciertas situaciones que sorprenden por su nivel de maldad.
Muchas veces, los animales, al ser seres vulnerables, suelen convertirse en los trágicos protagonistas de numerosas secuencias que concluyen, en muchas ocasiones, con grandes lastimaduras y secuelas e inclusive en su muerte, muerte que pocas veces es conocida o recordada ya que en la mayoría de los casos se tratan de animales sin hogar o puestos en hogares disfuncionales en donde no los cuidan.
Lamentablemente, este tipo de hechos vuelve a ocurrir en la ciudad de Río Gallegos luego de que, hace aproximadamente un año, una vecina compartiera a través de un reconocido grupo de Facebook de la capital provincial una imagen en la cual se pueden observar varios gatitos que, según detalló, habrían sido cruelmente ahogados en inmediaciones del Barrio Bicentenario II por una persona que demostró no importarle, en lo más mínimo, su bienestar: “Gatitos ahogados en el Barrio Bicentenario II. Perdón por la foto, pero al h.d.m que decidió matar antes de castrar, te deseo que todo lo malo te vuelva”, expresó la apesadumbrada vecina.
La publicación, si bien ocurrió hace ya un tiempo, volvió a viralizarse en los grupos de proteccionismo animal y abrió nuevamente la interrogante sobre la tenencia responsable y la empatía que debería tenerse al momento en el que nuestras mascotas tienen crías, ya que la vecina considera no sólo que este hecho se produjo como consecuencia de que el dueño de la gata que habría parido recientemente debería haber castrado a su mascota sino también que existen numerosas alternativas antes de él decidir ahogar a los gatos y tirarlos en un lugar inhóspito de la ciudad.
El posteo realizado por la vecina que se encontró con la horrorosa escena se viralizó rápidamente en las redes sociales causando la indignación de la gran mayoría de los vecinos, quienes arremetieron rápidamente con el autor de tal acto atroz: “¿Que caraj… les cuesta esterilizar? ¡Es gratis! ¡Irresponsables!”, “Que tristeza”, “Que bestia, hijo de mil p…”, “Yo que busco un gatito, ellos los matan, que hdp”; “Maldito, lo vas a pagar muy caro, después no digas ¿por qué a mi?”, “No pueden ser tan basuras; una prueba más de que hay que imponer Leyes contra el maltrato, mano dura, hacerlas cumplir a rajatabla. Maldito hdp, ojalá te vuelva en lo que más queres”, fueron algunos de los comentarios que demostraron el enojo, la frustración y la tristeza de gran parte de los vecinos.
Esto aberrante hecho abre nuevamente el debate, también, sobre qué medidas deben tomarse en este tipo de casos que acarrean un grave hecho de maltrato animal y qué decisiones deberían adoptar las autoridades locales en este caso, teniendo en cuenta que existen varias leyes y ordenanzas municipales que abogan por el bienestar animal.