Durante muchos años, la pirotecnia en las festividades de fin de año y navidad fueron algo común, se utilizaban como una forma de demostrar jolgorio y felicidad por las fiestas venideras y a la espera de un nuevo año próspero para todos. Sin embargo, con el pasar del tiempo, se comenzó a descubrir que esta tradición -que puede calificarse como peligrosa ya que, todos los años, las guardias de los Hospitales se encontraban repletas de accidentados por fuegos artificiales- era mucho más dañina de lo que se pensaba.
Los fuegos artificiales, según pudo saberse con los avances en la investigación de las personas que padecen Espectro Autista, generan un gran malestar en las personas con TEA debido a que las mismas poseen hipersensibilidad auditiva, es decir que los ruidos repentinos y fuertes les pueden afectar negativamente causando, inclusive, un cuadro de nerviosismo, irritabilidad, miedo o ansiedad queriendo, en algunas ocasiones, correr y refugiarse en un lugar seguro.
Ante esto, todos los años, muchas personas y organizaciones de padres con hijos con autismo se han encomendado a la tarea de concientizar sobre los efectos negativos que produce la pirotecnia en las personas que padecen el Transtorno del Espectro Autista, tanto a través de las redes sociales como con campañas de concientización o con en mismo boca a boca.
Otros de los grandes afectados por el uso de la pirotecnia a lo largo de las fiestas -tanto de navidad como de año nuevo- son las mascotas, debido a que éstas poseen un sentido del oído muy agudo y, en consecuencia, todos aquellos sonidos que las mismas personas perciben como fuertes ellos los sienten como una explosión muy estruendosa, lo que puede generar que los mismos se tornen miedosos, asustadizos, violentos, se escapen o, en el peor de los casos, tengan un ataque de epilepsia aquellas mascotas que padecen de esta enfermedad.
Es común ver, luego de las festividades, decenas de publicaciones en grupos de redes sociales en los cuales personas buscan desesperadamente a sus mascotas que, ante el pavor provocado por la explosión de los fuegos artificiales, huyen despavoridas quedando perdidas y desorientadas. Otra de las consecuencias que tiene el uso de la pirotecnia cerca de los animales es que no sólo puede causar daños en su aparato auditivo sino que también los mismos contienen toxinas que, tras estallar, liberan partículas perjudiciales que pueden agravar aquellas enfermedades preexistentes que posean las mascotas como así también provocar nuevas afecciones.
En el caso de la fauna silvestre, como lo son las aves migratorias que se encuentran en los estuarios y reservas naturales de la ciudad de Río Gallegos, los estruendos provocados por los fuegos artificiales pueden generarles taquicardias muy fuertes que pueden desencadenar, inclusive, en su muerte. Mismo caso sucede con las palomas.
Ordenanza
Actualmente, en la ciudad de Río Gallegos, se encuentra vigente la Ordenanza Nº8875, la cual señala en su Artículo Nº1 que se “prohíbe en el ámbito del ejido urbano de Río Gallegos, la tenencia, fabricación, comercialización, transporte, depósito, venta al público mayorista o minorista y uso particular de los siguientes artificios pirotécnicos de uso festivo: petardo, fósforo, batería, bengala, volcán, fuente, mortero, candela, mortero con bomba, bomba, fogueta, torta, caña voladora, gratorio, y demás afines y/o similares” por lo que sòlo se permite el consumo y venta de pirotecnia menor, categorizada en la Ley Nacional 20.429 como de venta libre que es inofensiva, sin mecha, que estallan por fricción o impacto tales como las estrellitas, los estallos, los fosforitos y las bengalitas o productos infantiles sin potencia sonora ni peligrosos.
Cómo proteger las mascotas
Frente a los numerosos efectos adversos que la pirotecnia provoca en la salud física de las mascotas, existe una serie de sugerencias para proteger y minimizar los daños que los populares artefactos pueden causar en los animales.
En el caso de las mascotas domésticas, se aconseja colocar a los animales en un entorno cómodo y seguro, provisto de sus juguetes habituales, comida, agua y algún sonido familiar, o hasta música relajante. Asimismo, es recomendable mantenerlos en un lugar sin salidas cercanas para prevenir que, debido al pánico, huyan asustados y se extravíen o lastimen.
Es crucial destacar también que en ningún caso se debe administrar medicación a las mascotas por cuenta propia. En situaciones en las que sea necesario un sedante para calmar una crisis nerviosa, este deberá ser recetado y administrado exclusivamente por un profesional de la salud veterinaria, considerando factores como especie, peso y enfermedades que pueda padecer el animal, entre otros aspectos.